Friday, March 02, 2007

Ironias Nº 1


Esgrimí estandarte mi propia dignidad inmaculada, y la soberbia ilustre me reprochó con ahínco mi devoción a la soledad.

Prisionero de mi piel y condenado
a su recuerdo, sin impunidad ninguna,
la picardia de un deseo cegaba mis pupilas.

Con todo ello, la niebla hizo girones
mi yugo de las olas y el viento;
de circunscritos vicios del tálamo,
surtidos con premeditación... la del vino, la de su mirada y evasivas de la miel de su lengua. Y no fui el héroe que
vendio sus alas por un sueño.

2 Comments left for this post:

DrLacxos said...

esta frase se me quedó grabada:

"Y no fui el héroe que
vendio sus alas por un sueño".

esta fuerte!!!!

Junior Polanck said...

Monologo con Ron